El reto de la gestión sostenible del agua en Canarias

La vinculación del agua en todos y cada uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU es significativa, ya que el agua es un elemento necesario en el desarrollo económico y social de los territorios. Explícitamente el recurso hídrico aparece en el objetivo número seis “Agua limpia y saneamiento” y en el número catorce “Vida submarina”, pero todos los ODS tienen en común el agua como elemento transversal imprescindible para lograr su cumplimiento.

Según informes realizados por la ONU se prevé que la demanda de agua incrementará un 55% en 2050, debido al aumento demográfico y a las necesidades esperadas del sector industrial, agrícola y doméstico. Se debe considerar tanto el incremento de la demanda, como el posible deterioro de la calidad y cantidad del recurso hídrico que diferentes modelizaciones climáticas determinan que serán causadas por el cambio climático.

Además, según el V Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, los cambios que se producirán sobre el planeta son diversos, según la localización e intensidad del territorio. En España existen diferentes condiciones que realzan la tendencia de desertificación de algunas zonas, como los períodos de lluvia variables, pérdidas de zonas forestales, salinización de acuíferos… En este sentido, un 20% del territorio español ya se ha desertificado según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

La gestión sostenible del agua en Canarias

Concretamente, el archipiélago canario debido a su naturaleza como territorio insular y a su irregularidad en la distribución del recurso hídrico, debe recurrir a modelos de gestión sostenibles del agua que beneficien su propio desarrollo y preserven el recurso hídrico.

Canaragua, empresa concesionaria del ciclo del agua, que gestiona el abastecimiento en diferentes municipios del archipiélago canario, ha llevado a cabo diferentes desarrollos tecnológicos sobre la red de agua potable que han permitido la recuperación de recurso hídrico. En este sentido, la Fundación Acuorum publicó la ‘Mejora de la Sostenibilidad en el Balance Recurso-Demanda en la Isla de Gran Canaria’ (link).

En el abastecimiento urbano del agua se estudia la eficiencia de la gestión mediante diferentes indicadores. Uno de ellos es el Agua No Registrada que indica el volumen de agua que se pierde realmente en la red, así como el volumen de agua debido a pérdidas aparentes (como errores de medida). El control activo del caudal mediante diferentes técnicas ha permitido reducir estas pérdidas de Agua No Registrada en el conjunto de municipios gestionados por Canaragua. El ahorro producido en 4 años es del 30%, supone el equivalente al consumo de agua anual de una población de más de 36.500 habitantes y el equivalente a la producción de 2.700 toneladas de plátanos.

La gestión del recurso hídrico también conlleva una gestión del energético. La conexión entre agua y energía comporta que las mejoras que se realicen en la optimización del recurso hídrico reduzcan el consumo de energía. En este caso, el ahorro del 30% de Agua No Registrada ha evitado la emisión de aproximadamente 500 toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente al total de huella de carbono anual de 65 habitantes de España.

La gestión sostenible de los recursos responde al compromiso empresarial de Canaragua: unir esfuerzos y compartir conocimientos que permitan avanzar en el acceso universal y alcanzar los retos de distribución equitativa y preservación del recurso hídrico.

Dulcinea Meijide, responsable de Desarrollo Sostenible de Suez Water Spain   

Fuente: Pacto Mundial

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