Viaje al pasado en 84 piezas

Dos mundos separados por más de 33.000 años y unidos por la necesidad de las sociedades rupestres de expresar sus pensamientos se dan la mano en ‘El largo viaje… De Altamira a la Cueva Pintada’, que marca un esperado hito que implica el encuentro de dos sociedades únicas a través de una muestra simultánea que traslada por primera vez el Paleolítico a Canarias y la cultura aborigen a la Península.

El hermanamiento de Cueva Pintada y el yacimiento de Altamira, explicó el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, en la inauguración,  cristaliza así con sendas exposiciones simultáneas, la primera de ellas en el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada del Cabildo de Gran Canaria en Gáldar, donde expone hasta el 16 de octubre un total de 84 piezas trasladadas con sumo cuidado desde Santillana del Mar, en Cantabria.

Además, desde Gran Canaria han viajado a Cantabria 62 elementos prehispánicos que serán expuestos en el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira desde el viernes 15 de julio hasta el 16 de octubre.

La espectacular colección de 84 piezas de Altamira, que se puede admirar de forma gratuita, incluye una representación de la industria lítica, es decir, de herramientas elaboradas a partir de minerales, entre las que destacan las puntas y los buriles, ambos de sílex, además de agujas, el gran invento que ha llegado hasta la actualidad, arpones, punzones de hueso y elementos de adorno, como colgantes realizados con caninos atrofiados de ciervo, unos dientes que no llegaban a salir y que eran extraídos por los cazadores para realizar colgantes con estas pequeñas perlas que eran todo un signo de distinción en aquella sociedad.

Además, la Cueva Pintada expone los colorantes recuperados en Altamira, elaborados con óxido de hierro, margas (un tipo de roca sedimentaria) o carbones. Junto a ellos se podrán ver los machacadores y plaquetas en los que se trituraba el colorante. Entre los elementos vinculados a la expresión de lo trascendente destaca un aerógrafo realizado en hueso con decoración de líneas incisas, un instrumento que se utilizaba para aplicar el color.

Pero la exposición va mucho más allá de un muestrario de elementos que ya de por sí reúnen un valor extraordinario para proponer una mirada inédita a ambos yacimientos. Su filosofía parte de la base de que en ambas culturas se trataba de los mismos seres humanos modernos (Homo sapiens) dotados de una misma capacidad simbólica, de un lenguaje abstracto y preocupados por un mismo anhelo: construir una sociedad para sobrevivir y conjurar la muerte.

Fuente: Cabildo de Gran Canaria 

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